En la vorágine de la nostalgia y la reminiscencia, la mejor anécdota de fin de año:
"Un día ví que Sebastián andaba de acá para allá de rodillas, ya había dejado de gatear hacía meses... era que le dolía el tobillo ¡no sé por qué no me lo dijo!"
Porque era un bebé, mamá
***
algunos
hijos de la misma
madre
otros
nietos de la misma
sangre
todos
amigos de la misma
casa
brindemos por las noches en Japón
con risas
aunque sujetos a cierta melancolía
hermanos
somos quienes más nos conocemos
y aun así
sabemos compartirnos
la mesa está servida
y la puerta
abierta
(sino, aplaudí)
a quiénes Pecky reconocía su voz
chín chín
los germanos sean unidos!
ResponderEliminarfeliz año,
feliz 7 de enero.
feliz dìa del licuado!
jà