linda pareja hubieran hecho
ella diciéndole mentiras
y él escribiéndolas

(ensombreciéndose)

sometida a reglas 

se prohíbe algo para que le suceda otra cosa

se aleja de lo obvio                

dejando un poco de pena en todo el mundo

sin mirar                                 

sin nada que la cubra                                

se parte a la mitad                  

se baña en luz                     

se salva

de Ximena Massironi

su única posibilidad es la de ser contemplada

como la lluvia

como la lluvia ácida

con amor mi crimen

no me voy a arruinar la vida con

drogas duras 

o blandas

grasas

ya dejé los chocolates, 

las vanalidades y las frivolidades

sin olvidar los siete pecados capitales

no los necesito

tengo: fiaca, frío y fobia

a la universidad

al amor

al teléfono

no lo respondo

responde mi cuerpo

40º de fiebre para el frio

y un analgésico para la culpa

porque me llamo María y no soy virgen

este blog estaba perdiendo autocritica y ganando poesía

autocastigo, autoboicot y después autobombo, sobre todo autobombo.

Si el perro está contento mueve la cola. ¿Sabés porque el perro mueve la cola? 

Porque la cola no puede mover al perro. Ya me lo dijo mi abuelo Alejandro. Que así sea. 





versos que me dijo uno bailando

rendida al primer ruego

te espero a las 9

una ventana

los rayos de la luna

las copas de los árboles

perjurio de amantes

un narcótico que simulaba la muerte

cuchillos, cadáveres y un beso

es todo lo que sabemos del amor

triste historia la de Julieta

y su Romeo

 

camino a la locura

1) Conseguir mucha madera (de donde pueda)

2) Construir una balsa

3) Ir a naufragar

alejarse de la tierra

para dejar atrás el amor que se ha perdido

hundirse calamitosamente en la miseria

y cumplir la inexorable fuerza del destino: ser una perra

alma de loca 

lo dice Jacinto Font

Milonguera, bullanguera, que la va de alma de loca,
la que con su risa alegre, vibrar hace el cabaret,
la que lleva la alegría en los ojos y en la boca,
la que siempre fue la reina de la farra y del placer.
Todo el mundo te conoce de alocada y jaranera,
todo el mundo dudaría lo que yo puedo jurar:
que te he visto la otra noche parada ante una vidriera
contemplando a una muñeca con deseos de llorar.