a pesar de todo

Cuando le dije a mi compañero "la familia no se elige"  me arrepentí en el mismo instante, habia algo disconforme en mi al decirlo, como si yo misma me hubiese sentido predecible y lo fui. 

"Para variar, te diría que no, que la familia sí se elige" me contestó. 

Nos reímos, los dos sabíamos como te puede cambiar la vida una persona. Alguien que puede tener la palabra justa, que te anula la razón y te impide la queja. Te compromete con vos. No hay debate.

Pues la familia sí se elige, el entorno donde nacemos se elige, nos espera. 

Hay algo por hacer allí. 

La charla fue interrumpida, abandonar el espacio uterino del ensayo fue como abandonar el consultorio de mi analista. De la sombra a la luz (y al revés). 

Salimos a la calle ruidosa y poco supersticiosa de Ballester (y de Once). En las tres cuadras que caminé, pensé lo habitual, y no pensé, que una vez más, había aprendido algo.

Llego a casa, enciendo la PC, escucho a mi mamá que baja la escalera a medias, Alejandro se ríe como cuando era chico y me alcanza este dibujo de Sebastián. 

Los detalles nos ahogaron el pecho, la risa nos abrió los ojos.

Es el pasado del presente.

 "Mi familia fue lo más lindo que me dio Dios, y a pesar de todo, son muy buenos y te pido que no nos separes nunca" Sebastián Cipolloni