Si nos reconocemos en lo que leemos
Si hay algo de uno ahí ¿quién está ahí?
que a mí se me puede olvidar
que, llorosa, caeré suplicando
a los pies de tu brioso corcel.
O que voy a pedir a las brujas
sus mágicos brebajes y filtros;
o te mandaré un terrible regalo:
mi secreto pañuelo perfumado.
Te maldigo. Tu alma ruin
no merece una queja, una mirada.
Pero juro por el jardín del edén
y por el icono milagroso te juro:
contigo jamás volveré.
Anna Ajmatova
Torsión
un giro en mi propio eje
Distorsión
los limites son elásticos
Perversión
se cayó la máscara
Que triste se siente el desamor
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